¿Habeis tenido alguna vez ganas de llorar de tristeza y ganas de reir de alegría? Esa sensación agridulce que te invade y no sabe uno mismo ni lo que siente, esa sensación es la que tengo hoy.
Hoy, para ser más exactos, ayer (son las 2.53 de la madrugada) mi vida dio un giro de 360º, empezó una nueva etapa de mi vida, se abrió una nueva puerta de posibilidades y se cerró otra que ya no las tenía...
Ahora tengo un tiempo para pensar qué es lo que quiero y hacia dónde va ir mi vida y por consiguiente, la de mi familia. Tengo montones de personas, entre ellas amigos, compañeros y familiares que no dudan de lo que valgo y están seguros de que este cambio me beneficiará, de que todo saldrá bien, de que es un paso hacia adelante y no hacia detrás; y yo no es que no lo crea, si no que estoy en un momento en el que no sé qué dirección tomar, en el que el miedo y las dudas me invaden, aunque la alegría y la hora de ilusionarme, sé que están a la vuelta de la esquina...
Supongo que este día es un día que, en algún momento dado de la vida, nos ocurre a todos, y yo lo estoy viviendo ahora, así que aunque no sé que pasará, me he prometido a mí misma hacer todo lo que esté en mi mano para disfrutar de todas esas cosas que parecen tontas e insignificantes o de esas personas que siempre están ahí, que al final de todo, pase lo que pase en la vida, son por las que te merece la pena seguir luchando... ¿Me acompañais?
