El otro día estuve probando recetas nuevas, fáciles y sobre todo muy rápidas para no pasarme tanto tiempo en la cocina cuando celebramos algo. Se me ocurrió que el hojaldre es lo más socorrido y fácil de manejar, así que probé a hacer unos pastelitos con mermelada de frambuesa.
Como no soy muy manitas que digamos en la cocina, aunque me defiendo, lo que quise probar era principalmente el sabor y cómo se comportan los anisitos y las decoraciones en el horno, porque para esto soy bastante perfeccionista y no me gustan los empastres...
Aunque el resultado no fue estéticamente todo lo bonito que me hubiese gustado, he de admitir que salieron muy buenas y las devoramos en ¡5 minutos!
Para hacerlos únicamente corté hojaldre fresco con un cortador redondo (la próxima será de ¡corazón!) e hice un sandwich con él y un poquito de mermelada. Para cerrarlo usé un tenedor, con el que fui aplastando las esquinas. Los restitos de hojaldre también los aproveché, uniendolos y volviendo a cortar (imagen de arriba) y creo que quedó incluso mejor. ¿Facil, no?
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Parecen muy sencillas y el resultado queda divertido. En corazón serán perfectas
ResponderEliminarhttp://blog.sacelen.com
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Pues tienen una pinta buenisísima! el aspecto a mi me parece genial
ResponderEliminarMmmm....en mi casa somos muy golosos, así que me lo imagino con dulce de leche!! Mmmm...que rico!
ResponderEliminarNo lo había pensado!! Con dulce de leche también tienen que estar buenísimos!!! mmmm!!!
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